23 junio 2009

Perdidas


La noche estaba en su auge, la luna llena blanca como nunca y las estrellas brillaban como diamantes en un manto negro, el viento soplaba fuertemente y alborotaba los cabellos de Lisa. Toda la noche había sido difícil, corazones rotos, miradas perdidas, palabras sin sentido que nada tenían que ver con ella ni nada, pero había sucedido...

Al llegar a casa, estaba sola nuevamente, no lo volvería a ver, lo sabía y no podía evitarlo, la despedida fue inevitable y tenía que afrontar que a partir de ahora, su vida nuevamente sería solitaria, hasta quien sabe cuando, se encontrara nuevamente con alguien que pudiera llenar ese vacío que le quedó de la partida de su amado, pero luego sucedería lo mismo, y se repetiría por siempre, ella lo sabía, pero nada podía evitarlo.

Siempre, cuando la luz del sol le acariciaba la cara, sentía que tal vez, algún día, eso acabaría y, encontraría a ese alguien especial, pero debía pasar por todo eso para entender que el camino hacía el amor verdadero no era fácil, pero recompensaba muy bien al final por tanto dolor por el que tuvo que pasar para llegar a él, hasta entonces, tendría que pasar su vida en esa búsqueda inalcanzable del amor y experimentar todas esas perdidas.

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