13 febrero 2010

Laura III


Ya había pasado media hora...
  Laura con solo un vistazo a al sol, que ya empezaba a dejar de lanzar rayos a diestra y siniestra como cuando salió de la escuela, supo que estaba en problemas monumentales...
 - ¡Ohh Por Dios! - y echó a correr a su casa, dejando la conversación sobre Naruto inconclusa -.
 - ¡Hey! - Miguel casi cumplía con su mandato, pero ya se empezaba a perder todo su esfuerzo -, ¡A dónde vas!
 - ¡A dónde crees tú! - dijo enfadada, ya le llevaba medio kilómetro de ventaja, y su casa estaba a unos diez, tenía suerte de ser la más atlética y rápida del colegio -.
 - ¡Pero estábamos pasándola bien! - Miguel no podía dejar que escapara, no después de tanto esfuerzo por engañarla -.
  Pensó en sus padres, sus hermanos, su hermanita. Todos estarían en peligro si no cumplía. Todos desaparecerían de la faz de la tierra si no llevaba a la chica a la esquina que estaban a punto de cruzar cuando ella se dio cuenta de la hora. Toda esperanza habría sido inútil si ella no lo seguía...
 En ese momento, recordó el último momento de felicidad de su vida. El 14 de noviembre de 1999, cuando tenía 13 años. Salía de su colegio, cuando unos chicos de aproximadamente 17 años lo llamaron; el estaba contento, pues tenía las mejores notas de la escuela...
 - Oye tú, ¿podrías venir un momento?
 - No, tengo que ir a mi casa.
- No te quitaré mucho tiempo.
¡MENTIRA!

¡LE HABÍA QUITADO UNA VIDA COMPLETA
Y
YA NO HABÍA VUELTA ATRÁS!

 Solo por prestar atención a ese chico que llevaba camiseta y a sus dos amigos de piel oscura ahora estaba atrapado en un laberinto de sombras del que no había salida, donde simplemente seguía las reglas de ese desgraciado que le robó la vida y que ahora lo usaba como un juguete para hacer su trabajo sucio.

 Simplemente por decirle Claro ahora tenía que hacer todo lo que él decía o sus padres morían, su hermana violada y luego lanzada por un barranco él estaría solo en un mundo donde solo las reglas dominaban y donde todo era una ruleta de torturas sin fin hasta que la cuenta atrás de sus días llegara a cero o que un milagro de parte de un Dios sordo a sus plegarias viniera, lo que pasara primero.

 Laura estaba casi donde se habían encontrado, pero eso no importaba, al fin y al cabo el simplemente debía llevarla a unos pasos más o detenerla.

Estaremos vigilando...

 Si, como No...

 Simplemente era una prueba para saber si realmente bajaría un poco su rendimiento por creer que ellos estarían escondidos vigilando que todo se cumpliera al pie de la letra...

 El estaba solo nuevamente, haciendo un trabajo que llenaría su corazón de sufrimiento y que lo haría ver que había acertado al volverse Ateo, al fin y al cabo, si Dios existe, ¿Por qué no lo ayudaba?, ¿Por qué lo abandonaba a su suerte y le daba la espalda?, ¿por qué no se apiadaba y mataba a esos hijos de puta que le robaron la felicidad?

 Cuando muriera, si realmente existía el cielo y el Señor, le haría todas esas preguntas, pero primero tenía que terminar con su vida, y estaba dispuesto a hacerlo pero no en ese momento, no se la quitarían ellos, sino él mismo, él mismo se decapitaría cuando sus padres y hermana estuviesen a salvo y esos malditos estuviesen bajo tierra para siempre, pero eso no sería ahora...

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