03 julio 2011

Hasta entonces...

No hay nada más que decir. Hemos llegado hasta aquí. Lo nuestro ha terminado y sabes que es así, no te escondas en mentiras de alegría y soles radiantes.

Despierta y date cuenta. Me duele tanto como a ti, me hiere también, pero tenemos que afrontar que ya esto llegó a su fin. Que un amor así no es posible.

Algún día podrás olvidarme, y yo a ti también, podremos perdonarnos y seguir nuestras vidas, podremos seguir como si nada nunca existió entre nosotros.

Tengo miedo y estoy inseguro tanto como tú, no sé qué haré luego de esto, pero nada de lo que digas podrá cambiar esto. Estaba escrito que jamás podríamos estar juntos.

Perdóname. Quisiera seguir contigo, llorar y reír a tu lado, estar por o para ti, vivir por tus miradas y respirar tus suspiros, pero esto aquí llegó.

No puedo contenerme más, me haré daño y, peor que eso, te lo haré a ti; no podría perdonarme de hacer algo así. Entiende que es por nuestro bien.

Algún día estaremos de nuevo en nuestro famoso mundo pasado.

Ahora lo sé. Te comprendo. Tanto tiempo preguntándome qué pasó, qué nos sucedió, siempre estuve ciego a la realidad.

No quería aceptarlo, pero debo decirte que nunca olvidaré ni un solo segundo de los que estuvimos juntos, nunca dejaré de pensar en ti, nunca dejaré que nada cambie entre nosotros, si es que podemos seguir como amigos.

Me resignaré a dejarte, pero no a olvidarte, eso jamás. Podré sufrir mil infiernos y tener el peso de tu sombra por siempre conmigo pero no puedo olvidarte, jamás pasará.

Te lo di todo, me entregué a ti completamente e hice todo lo que pude para quedarme a tu lado un momento más, un día, dos o tres, y sé que tú hiciste lo mismo, pero no funcionó. 

No estamos destinados a estar con el otro, es la realidad, y así sea nuestra eterna pesadilla, así será por siempre.

Algún día nos volveremos a ver, y si quieres, podremos intentarlo de nuevo, aprender de algún error que descubramos sin el otro, y tal vez tengamos éxito entonces, pero mientras tanto, debemos separarnos.

Te repito, no esperes que te olvide. Si ha de ser necesario, moriré solo, pensando en ti y susurrando tu nombre.

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