¿Y ahora qué?

Para D.O. Ahora que estás lejos y no sé cuándo te volveré a ver.

Ahora que estás lejos, no puedo creer que perdí tanto tiempo.

Tantas cosas que me hubiese gustado decirte y tantas veces que creí que lo tendrías claro. Veo que no es así.

Eres de las pocas que me veían como soy, que me conocían y saben quién soy yo. Ahora te alejas y no pude ni decirte adiós.

Ahora que el océano nos separa y que me tortura esta distancia, espero estés bien en donde estés y que no me olvides, pues ten por seguro que siempre te recordaré.

Eres la princesa de mis sueños y la reina de mis anhelos, pero ahora lloro por que este sea un sentimiento, a mi presente, ajeno.

Hay tanto que no debí callar, mucho más que no debí ocultar, pero ahora no hay nada para hacer excepto recordar cada segundo a tu lado.

Atesoraré cada uno como si fuese mi último aliento, conservaré tu recuerdo para mantenerme con vida, pediré por ver de nuevo el sol cada vez que duerma, pues sin ti ya mis días carecen de luz y de vida.

Quiero verte y decírtelo todo, verte y despedirme, pero no quedarme aquí solo con esta mordaza en la garganta.

Sé que podré superarlo, sé que podré seguir, pero me esperan días de llanto y una vida gris hasta poder olvidarte y seguir adelante.

No sé si ahora pienses en mí, pero ten por seguro que jamás me olvidaré de tí.

No olvides lo que te enseñé, no olvides lo que te decía. Si bien tarde, el amor siempre te hará compañía, y así no sea yo, saber que eres feliz será mi pan de cada día.