17 noviembre 2009

Mujeres

 Cuando Adán estaba en el paraiso una enerme soledad le azotaba e invadia, y no sabía que hacer.


 Pidió ayuda a su creador, y este tenía la respuesta.

 Un ser de bella forma, de muchos conocimientos, y poseedor de una amor poderoso fué moldeado por el creador. Su nombre: Mujer.

 Mujeres, hechas para adornar la vida de los hombres.

 Mujeres, estrellas de la tierra que superan a las del cielo y se burlan de las del mar.

 Mujeres, un arco iris palideció al ser ellas creadas y pisar por primera vez la tierra.

 Una mujer, tesoro invaluable de la vida y objeto de admiración de todos debería ser.

 Pero como ahora es reducida a solo moretones y violencia, sin respeto alguno por la magnífica obra de arte que es en realidad.

 Como son pisoteadas, arrastradas e irrespetadas como si fueran escoria, cuando en realidad son lo más bello que se puede encontrar en la vida.

 La violencia y machismo solo apagan la brillante estrella que es para pintar un cuerpo moribundo y con moretones

 Vendidas. Ridiculizadas. Ignoradas. Rechazadas. Siempre haciendo creer que son la sombra del hombre, pero en realidad son igual que el y a veces mejor.

 Puedes pegarle a una pared, al piso, a la puerta, a la mesa, pero nunca a un ángel, una estrela, un arco iris, una obra de arte, en otras palabras: Una Mujer.

 Puedes decir mil cosas, pero su imagen desmentirá todo, merece respeto y tú el odio.

 En la cueva de las mil maravillas encontrarás novecientos noventa y nueve tesoros, una mujer que creeras que es cualquier otra cosa menos parte de ese tesoro.

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