Buen día, Nocturno.
Hace tiempo que me di la tarea de leer todos y cada uno de los libros de la saga Crepúsculo, y puede incluso que relea los primeros luego de esto, y acabo de darme cuenta de que nunca hablé del que se volvió mi favorito apenas lo terminé: Vida y muerte, Crepúsculo reintrepretado.
Para quienes no sepan nada al respecto, esta es una edición del 10 aniversario de la novela original, que incluye una nueva historia: Vida y muerte. Esa es la que nos interesa por el momento. En ella, en vez de conocer a Isabella Swan y Edward Cullen, nos encontramos con Beaufort Swan y Edythe Cullen, y así como ellos, casi todos los personajes de Crepúsculo tienen el género invertido, salvo unas pocas excepciones.
Tengo que aclarar que casi todo el libro es un copia-y-pega del original, con algunos cambios que realizó Stephenie Meyer. Al principio, me molestó muchísimo que reciclara la historia que la volvió famosa y no terminara Sol de Medianoche, un proyecto que quedó inconcluso desde que se preparaba la primera película de la saga. Sin embargo, cuando lo leí, me sentí mejor, y la sensación se volvió más fuerte conforme leía.
¿Por qué? Se supone que ya conozco la historia, y claro que es así (la he leído unas cinco veces, si no más), ya hay escenas que me sé de memoria, pero la diferencia está en que, siendo hombre, me identifico más con Beau que con Edward. Hubiese sido maravilloso leer una historia así cuando estaba en el bachillerato.
Lo que les molesta a muchos es justamente eso, que sea el mismo romance con poco contenido original, porque sí hay cambios, algunos mejores que otros, pero lo hoy. No obstante, me parece importante recordar que Meyer muchas veces dijo que la historia no se trata sobre una chica en apuros, sino de un humano en apuros, y que la historia hubiese sido la misma si Bella hubiese sido un chico. Pues bien, aquí está la prueba de ello.
Vida y muerte, Crepúsculo reintrepretado es una historia imposible de no amar si eres un chico fanático de la saga, y más imposible aún si eres Beau en carne y hueso, como es mi caso. Cada vez que leía, mi faceta juvenil salía a la superficie.
Es un libro que se lee solo, como era de esperar tratándose de Stephenie Meyer. El tiempo se me pasó volando y me olvidaba de todo lo que estaba pasando en la vida real a medida que redescubría Forks de la mano de Beau y Edythe. Es interesante ver algunas escenas desde la perspectiva de un muchacho, especialmente cuando estas son fieles al Crepúsculo original, y aunque algunos bloggers han calificado el resultado como grotesco, me gusta más esta versión.
Con Vida y muerte, Crepúsculo reintrepretado recordamos que los protagonistas masculinos no tienen que ser fuertes y seguros, con un carácter dominante y una personalidad definida. Quiero más protagonistas adolescentes reales, y menos de ese estereotipo del que ya estoy cansado. No hay nada de malo en Edward Cullen, pero tampoco en Beau Swan.
Hace tiempo que me di la tarea de leer todos y cada uno de los libros de la saga Crepúsculo, y puede incluso que relea los primeros luego de esto, y acabo de darme cuenta de que nunca hablé del que se volvió mi favorito apenas lo terminé: Vida y muerte, Crepúsculo reintrepretado.
Para quienes no sepan nada al respecto, esta es una edición del 10 aniversario de la novela original, que incluye una nueva historia: Vida y muerte. Esa es la que nos interesa por el momento. En ella, en vez de conocer a Isabella Swan y Edward Cullen, nos encontramos con Beaufort Swan y Edythe Cullen, y así como ellos, casi todos los personajes de Crepúsculo tienen el género invertido, salvo unas pocas excepciones.
Tengo que aclarar que casi todo el libro es un copia-y-pega del original, con algunos cambios que realizó Stephenie Meyer. Al principio, me molestó muchísimo que reciclara la historia que la volvió famosa y no terminara Sol de Medianoche, un proyecto que quedó inconcluso desde que se preparaba la primera película de la saga. Sin embargo, cuando lo leí, me sentí mejor, y la sensación se volvió más fuerte conforme leía.
¿Por qué? Se supone que ya conozco la historia, y claro que es así (la he leído unas cinco veces, si no más), ya hay escenas que me sé de memoria, pero la diferencia está en que, siendo hombre, me identifico más con Beau que con Edward. Hubiese sido maravilloso leer una historia así cuando estaba en el bachillerato.
Lo que les molesta a muchos es justamente eso, que sea el mismo romance con poco contenido original, porque sí hay cambios, algunos mejores que otros, pero lo hoy. No obstante, me parece importante recordar que Meyer muchas veces dijo que la historia no se trata sobre una chica en apuros, sino de un humano en apuros, y que la historia hubiese sido la misma si Bella hubiese sido un chico. Pues bien, aquí está la prueba de ello.
Vida y muerte, Crepúsculo reintrepretado es una historia imposible de no amar si eres un chico fanático de la saga, y más imposible aún si eres Beau en carne y hueso, como es mi caso. Cada vez que leía, mi faceta juvenil salía a la superficie.
Es un libro que se lee solo, como era de esperar tratándose de Stephenie Meyer. El tiempo se me pasó volando y me olvidaba de todo lo que estaba pasando en la vida real a medida que redescubría Forks de la mano de Beau y Edythe. Es interesante ver algunas escenas desde la perspectiva de un muchacho, especialmente cuando estas son fieles al Crepúsculo original, y aunque algunos bloggers han calificado el resultado como grotesco, me gusta más esta versión.
Con Vida y muerte, Crepúsculo reintrepretado recordamos que los protagonistas masculinos no tienen que ser fuertes y seguros, con un carácter dominante y una personalidad definida. Quiero más protagonistas adolescentes reales, y menos de ese estereotipo del que ya estoy cansado. No hay nada de malo en Edward Cullen, pero tampoco en Beau Swan.
¡Un saludo y un abrazo!
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