¡Holas, Nocturnos!
El motivo de mi ausencia pronto se los aclararé, pero quiero aprovechar ahora que estoy más o menos libre de tiempo para hablarles sobre The Great Man, un cómic escritor por Hubert y con arte de Bertrand Gatignol.
En esta secuela de Half-Blood, el segundo libro en la saga The Ogre Gods, conocemos a Lours, un rebelde, consigue la oportunidad perfecta para instaurar un nuevo orden al encontrarse con el heredero al trono del reino, Petit, en medio del bosque. Sin embargo, el impulsivo Petit tiene sus propios planes y desea recuperar a su novia humana por encima de todo, lo cual creará problemas para Lours, y muchas ventajas para aquellos que quieren su cabeza.
El ritmo de The Great Man es un poco más lento que Half-Blood, posiblemente porque los protagonistas son distintos y me sentí perdido al inicio, pero se vuelve igual de adictiva conforme va avanzando y conoces mejor a los personajes. Lo mismo sucede con Lours: parece ser un personaje extraño, falto de gracia, pero se gana al lector página tras página, demostrando un lado humano que no te esperas.
Hubert crea una trama que nos recuerda a las leyendas celtas, a los espectros y criaturas que habitan en los bosques, con algunos toques tribales. Sus ideas son tan atractivas que es difícil imaginarlas plasmadas solo en texto. Es de esas historias destinadas a ser cómics.
Bertrand Gatignol vuelve a hacer un trabajo increíble con el arte, con un estilo un poco menos estilizado por el ritmo vertiginoso de The Great Man, más crudo, pero sin perder la belleza de sus trazos. Si la historia por sí sola es llamativa, las ilustraciones de Gatignol la vuelven increíble.
Esta saga me tiene muy sorprendido, y cada libro es mejor que el anterior. Lo mejor de todo es que no necesitas leerte los anteriores para entender lo que está pasando. Claro que de haber leído Petit todo sería perfecto, pero, al igual que Half-Blood, The Great Man funciona bien como una historia independiente, enfocándose en sus propios detalles y su propia magia.
Hello, Nighters!
The reason for my absence will soon be clear, but I want to take advantage now that I have a bit of free time to talk about The Great Man, a comic written by Hubert and with art by Bertrand Gatignol.
In this sequel to Half-Blood, the second book in the The Ogre Gods series, we meet Lours, a rebel, who gets the perfect opportunity to establish a new order by finding the heir to the throne of the kingdom, Petit, in the middle of the forest. However, the impulsive Petit has his own plans and wishes to recover his human girlfriend above all, which will create problems for Lours, and many advantages for those who want his head.
The rhythm of The Great Man is a bit slower than Half-Blood, possibly because the protagonists are different and I felt lost at the beginning, but it becomes just as addictive as it progresses and you get to know the characters better. The same goes for Lours: he seems to be a strange character, lacking in grace, but he wins the reader page after page, demonstrating a human side that you don't expect.
Hubert creates a plot that reminds us of Celtic legends, specters and creatures that inhabit the forests, with some tribal touches. His ideas are so attractive that it is difficult to imagine them reflected only in text. It's one of those stories meant to be comic books.
Bertrand Gatignol does an incredible job with art again, with a style a little less stylized by the dizzying rhythm of The Great Man, more crude, but without losing the beauty of his strokes. If the story alone is striking, Gatignol's illustrations make it incredible.
This series has surprised me a lot, and each book is better than the previous one. Best of all, you don't need to read the above to understand what's happening. Of course, having read Petit, everything would be perfect, but, like Half-Blood, The Great Man works well as an independent story, focusing on its own details and its own magic.
El motivo de mi ausencia pronto se los aclararé, pero quiero aprovechar ahora que estoy más o menos libre de tiempo para hablarles sobre The Great Man, un cómic escritor por Hubert y con arte de Bertrand Gatignol.
En esta secuela de Half-Blood, el segundo libro en la saga The Ogre Gods, conocemos a Lours, un rebelde, consigue la oportunidad perfecta para instaurar un nuevo orden al encontrarse con el heredero al trono del reino, Petit, en medio del bosque. Sin embargo, el impulsivo Petit tiene sus propios planes y desea recuperar a su novia humana por encima de todo, lo cual creará problemas para Lours, y muchas ventajas para aquellos que quieren su cabeza.
El ritmo de The Great Man es un poco más lento que Half-Blood, posiblemente porque los protagonistas son distintos y me sentí perdido al inicio, pero se vuelve igual de adictiva conforme va avanzando y conoces mejor a los personajes. Lo mismo sucede con Lours: parece ser un personaje extraño, falto de gracia, pero se gana al lector página tras página, demostrando un lado humano que no te esperas.
Hubert crea una trama que nos recuerda a las leyendas celtas, a los espectros y criaturas que habitan en los bosques, con algunos toques tribales. Sus ideas son tan atractivas que es difícil imaginarlas plasmadas solo en texto. Es de esas historias destinadas a ser cómics.
Bertrand Gatignol vuelve a hacer un trabajo increíble con el arte, con un estilo un poco menos estilizado por el ritmo vertiginoso de The Great Man, más crudo, pero sin perder la belleza de sus trazos. Si la historia por sí sola es llamativa, las ilustraciones de Gatignol la vuelven increíble.
Esta saga me tiene muy sorprendido, y cada libro es mejor que el anterior. Lo mejor de todo es que no necesitas leerte los anteriores para entender lo que está pasando. Claro que de haber leído Petit todo sería perfecto, pero, al igual que Half-Blood, The Great Man funciona bien como una historia independiente, enfocándose en sus propios detalles y su propia magia.
Hello, Nighters!
The reason for my absence will soon be clear, but I want to take advantage now that I have a bit of free time to talk about The Great Man, a comic written by Hubert and with art by Bertrand Gatignol.
In this sequel to Half-Blood, the second book in the The Ogre Gods series, we meet Lours, a rebel, who gets the perfect opportunity to establish a new order by finding the heir to the throne of the kingdom, Petit, in the middle of the forest. However, the impulsive Petit has his own plans and wishes to recover his human girlfriend above all, which will create problems for Lours, and many advantages for those who want his head.
The rhythm of The Great Man is a bit slower than Half-Blood, possibly because the protagonists are different and I felt lost at the beginning, but it becomes just as addictive as it progresses and you get to know the characters better. The same goes for Lours: he seems to be a strange character, lacking in grace, but he wins the reader page after page, demonstrating a human side that you don't expect.
Hubert creates a plot that reminds us of Celtic legends, specters and creatures that inhabit the forests, with some tribal touches. His ideas are so attractive that it is difficult to imagine them reflected only in text. It's one of those stories meant to be comic books.
Bertrand Gatignol does an incredible job with art again, with a style a little less stylized by the dizzying rhythm of The Great Man, more crude, but without losing the beauty of his strokes. If the story alone is striking, Gatignol's illustrations make it incredible.
This series has surprised me a lot, and each book is better than the previous one. Best of all, you don't need to read the above to understand what's happening. Of course, having read Petit, everything would be perfect, but, like Half-Blood, The Great Man works well as an independent story, focusing on its own details and its own magic.
¡Un saludo y un abrazo!
Greetings and hugs!
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