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| Fuente / Source: ju-dit (Pixabay). |
Buen día, Nocturnos. Espero que estén bien. Este fin de semana estuve leyendo y escribiendo bastante, volviendo a escribir Ledén luego de un bloqueo creativo con esa historia. Aunque me concentré en Cuentos de Hadas para no Dormir (¡gracias a los que pidieron sus copias para reseñar, por cierto!), seguía pensando en Ámbar y Zoé, las protagonistas de la novela.
Mientras escribía el sábado pasado, hubo una frase que me quedó rondando en la cabeza, quizás inspirada por Christina Aguilera:
Con una sonrisa satisfecha en el rostro, Zoé se dio la vuelta para volver con sus compañeras, quienes estaban mucho más atrás de lo que esperaba. ¿Las superioras querían una guerrera? Ella sola se volvería un ejército.
Zoé es un personaje del que estoy enamorado. Mucho. Es una chica que ha pasado por cosas duras, y aunque me recuerda mucho a Paz, de Perfecta Maldición, hay una diferencia abismal entre ambas: Paz estaba sola, totalmente, mientras que Zoé nunca lo estuvo, por más intensamente que sintiera lo contrario.
Esta novela está conectada a una historia que me encanta, y que tengo publicada en Wattpad, pero cuya identidad me reservo hasta que vea la luz, jejeje. Me ha recordado lo que es sentirse insignificante, temeroso del mundo, de todo y de todos los que te rodean, e incluso de ti mismo. Es una historia en donde los personajes buscan sanar en un mundo que busca eliminarlos porque ni los entiende ni desea hacerlo. En eso se parece a Alterno Nerva.
Volver a escribir fantasía es algo que necesitaba desde hace tiempo, y aunque esta novela me ha costado bastante (van tres bloqueos, y espero que no venga ninguno más) estoy muy complacido con el rumbo que ha tomado en estos capítulos. Mientras que los días pasan, sigo avanzando con estas dos chicas y su mundo lleno de magia, redescubriendo lo que es estar en lo más hondo y levantarse.
¡Un saludo y un abrazo!
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Good morning, Nighters. I hope you are well. This weekend I was reading and writing a lot, writing Ledén again after a creative block with that story. Although I focused on Cuentos de Hadas para no Dormir (thanks to those who asked for their review copies, by the way!), I kept thinking of Ámbar and Zoé, the protagonists of the novel.
As I was writing last Saturday, there was a phrase that stuck in my head, perhaps inspired by Christina Aguilera:
With a satisfied smile on her face, Zoé turned to go back to her companions, who were much further behind than she expected. Did the superiors want a warrior? She alone would become an army.
Zoé is a character that I'm in love with. A lot. She's a girl who has gone through hard things, and although she reminds me a lot of Paz, from Perfecta Maldición, there's an abysmal difference between the two: Paz was totally alone, while Zoé never was, no matter how intensely she felt otherwise.
This novel's connected to a story that I love, and that I have published on Wattpad, but which identity I reserve until it sees the light, hehehe. It has reminded me of what it's like to feel insignificant, fearful of the world, of everything and everyone around you, and even of yourself. It's a story where the characters seek to heal in a world that seeks to eliminate them because it neither understands nor wishes to do so. In that, it resembles Alterno Nerva.
Writing fantasy again is something I have needed for a long time, and although this novel has been a challenging one (I've had three blocks so far, and I hope there will not be anymore), I'm very pleased with the direction it has taken in these chapters. As the days go by, I keep moving forward with these two girls and their world full of magic, rediscovering what it is to be at the bottom and rise up.
Greetings and hugs!
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