Buenos días, Nocturnos. Sigo recuperándome en temas de salud, aún tomándome las cosas con calma y cuidado. He estado ocupado estos días poniéndome al día con varias cosas, pero sí he estado leyendo los cuentos de hadas originales luego de comprarme una edición completa de los cuentos de los Hermanos Grimm, y pensando en los distintos mensajes ocultos que pueden tener. Hace tiempo les conté los que encuentro en Blancanieves, y hoy vengo con La Bella Durmiente.
Primero, vamos con un poco de contexto: La Bella Durmiente no es como nos la presentaron, sino que ha pasado por muchas manos, como lo conté en Instagram hace unos días:
La versión más antigua pertenece a un manuscrito anónimo titulado "Perceforest", posiblemente compuesto entre 1330-1345. El primer autor en escribir sobre la Bella Durmiente fue el italiano Giambattista Basile, quién escribió "Sole, Luna, e Talia" en 1634. El francés Charles Perrault se inspiró en el trabajo de Basile para su versión, publicada en 1697. Finalmente, los alemanes Jacob y Wilhelm Grimm recuperaron una versión transmitida oralmente para su recopilación en 1812. Y por supuesto que el cuento cambió con el tiempo. Imagínense que en la versión de Basile ni siquiera había una rueca de hilar o un beso de amor verdadero.
En la versión de Basile, no hay un hada maligna, sino una profecía descubierta por los sabios del reino, quienes previenen a los reyes de que la niña correrá peligro por la linaza, una planta. Cuando es mayor, la Talía, que es el nombre de la princesa, se pincha por error con una astilla al usar la rueca de una anciana, cayendo dormida. Su padre abandona el reino, y es otro rey el que llega al castillo, no un príncipe, luego de algún tiempo, y abusa de ella, hipnotizado por su belleza aún estando dormida. Talía da a luz a dos gemelos, Sol y Luna, y el niño la despierta al chupar su dedo pensando que es su pezón, sacando así una astilla de linaza incrustrada. La historia sigue, pero vamos a parar aquí por amor a la brevedad.
En la versión de Perrault, la princesa, esta vez sin nombre, sí se pincha el dedo con una rueca como parte de la maldición por un hada maligna, y es un hada benevolente la que altera la maldición: en vez de morir, dormirá por cien años antes de despertar por el hijo de un rey, hace dormir a todo el reino cuando esto sucede, y rodea el palacio con plantas y espinos para protegerla. Este príncipe tampoco la besa, sino que cae arrodillado, impactado por su belleza, y tienen una larga conversación cuando esta despierta, luego de lo cual contraen matrimonio y la princesa le da dos hijos: Aurora y Día. La historia también sigue, y vamos a parar también aquí para que la entrada no sea eterna.
Es en la versión de los Grimm cuando finalmente vemos el beso de verdadero amor. Aunque la princesa dormirá por un siglo, nadie menciona al príncipe. Cuando ella cae dormida, el reino duerme con ella. Cuando un príncipe escucha la leyenda de la Bella Durmiente durante una caza, decide ir por ella, la vegetación se abre paso ante él, dejando ver los restos de quienes intentaron sin éxito llegar a la princesa, y rompe el maleficio con un beso de amor verdadero.
Ahora, muchos dicen que este es un cuento machista, y con justa razón. En todas las versiones vemos que la pricesa no tiene desición sobre lo que le pasa y, honestamente, el que sea abusada estando dormida es horroroso. Estamos ante una mujer pasiva que no hace nada por sí misma y que es una víctima de las circunstancias. Sin embargo, hay un mensaje poderoso en las tres versiones: la belleza puede ser peligrosa.
Viéndolo desde otro punto de vista, pareciera que la belleza de la princesa es un arma aunque ella no lo sabe. Para Basile, es suficientemente poderosa como para hacer que un hombre pierda todo sentido de la moral; para Perrault, vuelve inutil a un príncipe adulto; para los Grimm, atrae a su verdadero amor y la libera de la maldición. Ella no actúa, pero su belleza es un arma de doble filo.
Esta historia me hace pensar en las muchas veces en que la belleza y la atracción física han causado estragos en nuestras vidas. Cualquier persona se ha quedado sin palabras por la belleza de otra persona (no mientan, todos sabemos que les pasó al menos una vez). Muchas veces hemos usado la nuestra propia para conseguir algo, así como lo hemos visto en películas y series (te hablo a ti, Bella Swan; todos recordamos cómo usaste a Jacob).
Además, si bien es cierto que la atracción física no es sinónimo de amor, la atracción en general es la base para cualquier relación. Si estás con una persona que no te atrae en ningún sentido es porque algo marcha mal. No tiene que ser atracción física, puede ser intelectual, espiritual, platónica, pero tiene que haber algo allí.
Además, por un lado más personal, y como lo dije hace un año, la Bella Durmiente es un símbolo de la depresión para mí. Relfejos fue uno de mis primeros intentos de describir lo que es vivir con esta enfermedad, mi experiencia, mis sentimientos, y aunque fue casi por accidente, me alegra que haya salido de esa manera. Más ahora que va a salir de la mano de Mangata Ediciones, una editorial independiente de Uruguay y que me tiene super feliz con todo el proceso. *w*
Reflejos es un libro que trata sobre el sentirse extraño en tu propio cuerpo, desconocer tus sentimietnos, tus pensamientos, y todo tu ser, y la búsqueda que emprendes para recuperar los pedazos de ti mismo que no sabías que perdiste en el camino. Me imaginé lo que podría estar sintiendo la princesa mientras dormía, y resultó ser muy similar a todo lo que yo sentía en ese momento.
La Bella Durmiente es un cuento complicado y con el que tengo sentimietnos encontrados. No es un cuento sencillo, y obviamente presenta una imagen dañina para los niños a primera vista, pero pienso que aún tiene un mensaje bonito: tu atractivo tiene poder. Puede ser físico, convencional, extraño, intelectual, emocional, pero en la medida en que uno mismo se sienta atractivo, así nos van a percibir los demás. En vez de dormir por cien años, podemos usarlo como parte de nosotros, no como algo que nos defina, pero sí un aspecto de quienes somos y lo que representamos.
¡Un saludo y un abrazo!
Good morning, Nocturnos. I continue to recover from health issues, still taking things calmly and carefully. I've been busy these days catching up on various things, but I have been reading the original fairy tales after buying The Complete Fairy Tales of the Brothers Grimm, and thinking about the various hidden messages they may have. Some time ago I told you about the ones I find in Snow White, and today I come with Sleeping Beauty.
First, let's go with a bit of context: Sleeping Beauty is not what was introduced to us, but it has passed through many hands, as I said on Instagram a few days ago:
The oldest version belongs to an anonymous manuscript entitled "Perceforest", possibly composed between 1330-1345. The first author to write about Sleeping Beauty was the Italian Giambattista Basile, who wrote "Sole, Luna, e Talia" in 1634. The Frenchman Charles Perrault was inspired by the work of Basile for his version, published in 1697. Finally, the Germans Jacob and Wilhelm Grimm recovered an orally transmitted version for their compilation in 1812. And of course the tale changed over time. Imagine that in Basile's version there was not even a spinning wheel or a true love kiss.
In Basile's version, there's no evil fairy, but rather a prophecy discovered by the wise men and women of the kingdom, who warn the kings that the girl will be in danger from flax, a plant. When she is older, Talía, which is the princess's name, accidentally pricks herself with a splinter when using an old woman's distaff, falling asleep. Her father leaves the kingdom, and it is another king who comes to the castle, not a prince, after some time, and abuses her, hypnotized by her beauty while she is still asleep. Talía gives birth to two twins, Sol and Luna, and the boy wakes her up by sucking on her finger thinking that it is her nipple, thus removing the splinter of flax embedded in her. The story goes on, but we will stop here for the sake of brevity.
In Perrault's version, the princess, this time without a name, does prick her finger with a spinning wheel as part of the curse by an evil fairy, and it is a benevolent fairy who alters the curse: instead of dying, she will sleep for one hundred years before awakening by the son of a king, she puts the whole kingdom to sleep when this happens, and surrounds the palace with plants and thorns to protect her. This prince does not kiss her either, but falls to his knees, shocked by her beauty, and they have a long conversation when she wakes up, after which they get married and the princess gives him two children: Aurore (Dawn) and Jour (Day). The story also continues, and we go to stop here also so that the entry's not eternal.
It is in the Grimm's version that we finally see the kiss of true love. Although the princess will sleep for a century, no one mentions the prince. When she falls asleep, her kingdom sleeps with her. When a prince hears the legend of Sleeping Beauty during a hunt, he decides to go for her, the vegetation makes its way before him, revealing the remains of those who tried unsuccessfully to reach the princess, and breaks the curse with a kiss of love true.
Now, many say that this is a macho tale, and with good reason. In all the versions we see that the princess has no decision about what happens to her and, honestly, her being abused while she is asleep is horrifying. We are facing a passive woman who does nothing for herself and who's a victim of circumstances. However, there's a powerful message in all three versions: beauty can be dangerous.
Looking at it from another point of view, it seems that the beauty of the princess is a weapon although she does not know it. For Basile, she's powerful enough to make a man lose all sense of morals; for Perrault, it renders a grown prince useless; for the Grimms, she attracts true love to her and frees her from the curse. She doesn't act, but her beauty is a double-edged sword.
This story makes me think of the many times beauty and physical attraction have wreaked havoc in our lives. Everyone has been rendered speechless by someone else's beauty (don't lie, we all know it happened to you at least once). Many times we have used our own to achieve something, as we have seen in movies and series (I speak to you, Bella Swan; we all remember how you used Jacob).
Also, while it is true that physical attraction is not synonymous with love, attraction in general is the foundation for any relationship. If you are with a person who doesn't attract you in any way, it's because something's wrong. It doesn't have to be physical attraction, it can be intellectual, spiritual, platonic, but there has to be something there.
Also, on a more personal side, and as I said a year ago, Sleeping Beauty is a symbol of depression for me. Reflejos was one of my first attempts to describe what it is like to live with this disease, my experience, my feelings, and although it was almost by accident, I'm glad that it turned out that way. More now that it's going to come out by the hands of Mangata Ediciones, an independent publisher from Uruguay and that has me super happy with the whole process. *w*
Reflejos is a book that deals with feeling strange in your own body, not knowing your feelings, your thoughts, and your whole being, and the search you undertake to recover the pieces of yourself that you didn't know you lost along the way. I imagined what the princess might be feeling while she was sleeping, and it turned out to be very similar to everything I was feeling at the time.
Sleeping Beauty is a complicated story and with which I have mixed feelings. It's not a simple tale, and it obviously presents a harmful image for children at first glance, but I think it still has a nice message: your attractiveness has power. It can be physical, conventional, strange, intellectual, emotional, but to the extent that you feel attractive yourself, that is how others will perceive you. Instead of sleeping for a hundred years, we can use it as part of ourselves, not as something that defines us, but as an aspect of who we are and what we stand for.
Greetings and hugs!
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