Mi opinión sobre The Age of Adaline

¡Hola chicos! ¿Qué tal están?
Hace poco vi una película que me llamaba muchísimo la atención y que, sorprendentemente, no es una adaptación, ni un documental, ni una secuela, ni una precuela, ni nada; es una historia original al 100%

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Se trata de The Age of Adaline, la tercera película que dirige Lee Toland Kriege, un director que, aunque nuevo en el cine, sabe muy bien en dónde poner el ojo, además de que considero no tiene nada que envidiar a los grandes estudios pues esta película en particular me dejo sorprendido.
La idea general está muy bien trabajada, se nota que hay un guión sólido y cuidado, así que por allí no tengo quejas. Por el género, creo que se perdió un poco de drama, los complejos que podría sufrir Adaline al ver que todo el mundo avanza con su vida y ella es la Peter Pan, pero en líneas generales está bien logrado el efecto que querían hacer.
No puedo evitar pensar que una serie de dos o tres temporadas podría resultar bastante bien. Es raro conseguir un guión original en estos días, y aunque la idea de la eterna juventud no es para nada nueva, la manera en que la usaron esta vez fue novedosa para mí.

Las actuaciones fueron impecables, especialmente la de Blake Lively. Había tanta elegancia en cada una de sus participaciones que me daba la impresión de ser una muchacha y una anciana al mismo tiempo. Sutil, delicada, protectora, culta, y más adjetivos que se me escapan.
Michiel Huisman estuvo a la altura de su compañera, y me pareció un buen detalle que usaran a un hombre con vello facial como protagonista, rompiendo el esquema de que el galán debe ser para hombre afeitados. Las emociones que debía trasmitir dieron en el clavo, así como sus diálogos.

La fotografía es excelente. No hay tanta luz natural como quisiera, pero la iluminación, los colores, los planos y transiciones entre una escena y la otra están muy bien logrados también. Para terminar de pulirla, hubiera preferido tonos oscuros en ciertas escenas, para mayor efecto dramático y concordancia semiótica.
En cuanto a la musicalización y los sonidos, no puedo decir que fueran resaltantes, más bien poco más que una apuesta apuesta segura, aunque sí admito que fue acorde con lo que se veía en más de una ocasión. Pienso que no tomaron este aspecto tan en serio como debería.
Por último, los efectos especiales, aunque son muy, MUY escasos en esta película, dan en el clavo, generando y liberando tensión, en los momentos adecuados. Normalmente no estaría conforme, pero por la mezcla de fantasía y realidad tan bien lograda, siento que fueron las dosis necesarias.
Para mí, The Age of Adaline es una historia que vale toda la pena del mundo, una buena sorpresa y la prueba que necesitaba para creer nuevamente en el cine. ¡Espero que se animen a verla o dejar sus comentarios abajo si ya lo hicieron!

¡Un saludo y un abrazo!