Siendo el consejero real del sultán, Jafar sabe manipular y salirse
con la suya, acostumbrado a que nadie repare en lo que hace o cómo lo hace,
manteniendo una fachada de inocencia en frente de todos. Adivino, maestro del
disfraz, con un corazón tan frío como es grande su sed de poder, Jafar es de
temer.
Cuando finalmente consigue la lámpara, Jafar
pierde todos los estribos y gana poder con cada deseo que pide, volviéndose
casi invencible en cuestión de minutos, y es solo por cuestiones de suerte
que Aladdin logra sobrevivir, aunque a todos nos cuesta creer que pudiera
hacerlo. A ver, tenía solo un chaleco y estaba en una tormenta de nieve. ¿Cómo
quedó vivo? La magia del cine.
Igual que con Maléfica, me falta ver la adaptación en live-action de Aladdin, pero he leído que la nueva versión de Jafar
no inspira tanto respeto y temor con la original. De todas formas, pensar en que alguien juegue con tu mente tan
mirándote a los ojos le causa pesadillas a cualquiera.
De haber sido un poco más calculador, Jafar habría logrado todo lo que
quería en la segunda película. Es un
villano tan poderoso que dio lugar a una secuela del filme original, y una
referencia de apenas un segundo en el tercero. Fue solo un desliz, un pequeño
error de cálculo, el que lo hizo caer, pero sigue siendo imposible de olvidar. ¿Qué piensas de Jafar? ¿Crees que merece
estar en esta lista o es un personaje más del montón?
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