Bellum omnium contra omnes, frase en latín de Thomas Hobbes que significa "la guerra de todos contra todos", describe tanto la existencia humana como la segunda temporada de Castlevania, la serie de Netflix creada por Warren Ellis.
La historia sigue al trío de Adrian "Alucard" Fahrenheit Țepeș, Sypha Belnades y Trevor Belmont mientras se preparan para luchar contra Drácula y su ejército, a la vez que el Señor de los Vampiros se enfrenta a sus propios problemas después de que Carmilla de Estiria llega a su corte y se convierte en parte de su consejo de guerra, conspirando contra él.
Esperaba una construcción de mundo sólida después de la primera temporada, junto con el desarrollo de los personajes y más sorpresas en el camino. Es genial decir que todo esto sucedió, y finalmente pude ver a una buena bruja que no se contuvo cuando llegó el momento. No solo eso, sino que también vi a una antagonista sádico en Carmilla, corrompida hasta la médula.
Ambas mujeres son los personajes más interesantes y completos de la temporada. Robaron totalmente la atención de sus compañeros masculinos. Alucard, Trevor, Héctor, Isaac, incluso el propio Drácula, fueron eclipsados por estas mujeres, ambas bestias a su manera, que me dejaron con ganas de más y con mucho potencial para la próxima temporada.
No debería decir que me sorprendió ver que Castlevania incorporaba los elementos y rasgos clásicos de los vampiros de la literatura victoriana, pero lo hizo. Irónicamente, se sintió fresco tener de vuelta a los chupasangres clásicos, criaturas que acechan en la noche y aterrorizan a la humanidad por diversión. Drácula no tuvo tanta importancia como esperaba, pero su impacto no disminuyó por eso.
El director de la primera temporada, Sam Deats, compartió la silla con Adam Deats y Spencer Wan, dándoles el control de Castlevania durante dos episodios cada uno, lo que resultó en una dirección más diversa. Sam mantiene su enfoque en el desarrollo del personaje, mientras que Adam está más interesado en las escenas más tranquilas para que los personajes interactúen entre sí. Tengo que decir que mi favorito fue Spencer Wan, quien hizo que la serie alcanzara nuevos niveles morbosos en todos los aspectos; claramente disfruta jugar con elementos más oscuros.
Escrita íntegramente por Warren Ellis, Castlevania Temporada Dos mantiene los elementos del cine de culto, pero incorpora sin miedo novedades y claras referencias a una mitología conocida. Personajes como Isaac y Héctor, y Carmilla también, nos brindan una visión diferente del mundo vampírico, además de que los tres terminan en posiciones prometedoras para una tercera temporada.
El final, aunque abierto, deja suficientes hilos para preguntarse qué sigue. Como un vampiro neófito, el público se queda con ganas de más, no porque recibieron material insuficiente o de mala calidad, porque la serie está muy bien producida y con detalles pulidos (salvo el doblaje, que de nuevo parecía bajo en comparación con otros aspectos), sino por lo cuidadosamente hecho que está.
Castlevania Temporada Dos es una prueba de lo que puede suceder cuando las personas involucradas en un proyecto disfrutan de lo que hacen. Sé que vendrán grandes cosas en la tercera temporada, y mucho más en la cuarta, anunciada por Netflix el 27 de marzo de este año. El legado de Drácula sigue vivo, a pesar de que su creador ha desaparecido tras una pelea digna de su nombre.
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