Muchas veces escuché que no podías amar si no te amas a ti mismo. Mentira. Sí se puede. Es más difícil, más complicado, más doloroso incluso, pero también más intenso, más alentador, más feliz de que muchos se imaginan. Es algo que no se puede explicar con palabras, pero hace años lo intenté y hoy quiero compartir ese intento con ustedes.
Many times I heard that you couldn't love if you didn't love yourself. Lie. It's possible. It's more difficult, more complicated, more painful even, but also more intense, more encouraging, happier than many imagine. It is something that cannot be explained with words, but years ago I tried it and today I want to share that attempt with you.
Publicado originalmente en I am 1 in 4. Ligeramente editado.
Originally published in I am 1 in 4. Slightly edited.
¡Un saludo y un abrazo!
Greetings and hugs!
Claire Kelly - Unsplash |
Amar a alguien es algo difícil cuando te sientes tan bajo que no hay un camino visible hacia arriba. Aprovechar la oportunidad de preocuparse por otra persona y preocuparse por lo que piensa de ti. Llega un momento en que alguien entra en nuestros corazones cuando estamos en nuestro estado más vulnerable y herido, tratando de sanar. Pero si lo permites, esta cosa llamada amor puede enseñarte un par de cosas sobre la depresión. No tienes que ser salvado por nadie.
Dándolo todo
Todas mis relaciones han fracasado hasta ahora y cada una me ha dolido más que la anterior. Pero no por mi depresión y problemas de salud mental. Fue porque no dejé que me enseñaran lo que tenían que hacer y porque no pensé en mí cuando lo necesitaba.
Nos dicen desde pequeños, niños ingenuos, que tenemos que darlo todo en nombre del amor. Que nuestra pareja, esa alma gemela perdida, merece el Sol, la Luna y las estrellas una vez que nos encontremos. Y que, al final, nuestro amor lo conquistará todo si es genuino. La mentira más grande y gorda jamás vista.
Eso es exactamente lo que hice con todas mis relaciones. Les di todo a ellos. Abrí mi corazón por completo, pensando que esta vez era el momento adecuado. Esta persona me salvará, los que vinieron antes eran solo villanos que merecían estar en el infierno. Que nuestro amor sería el final de la historia y viviríamos felices para siempre. Ese fue el error.
No tienes que ser salvado
Estar enamorado no se trata de dar todo tu ser al otro, olvidándote de ti mismo. Mucho menos si sufres de depresión. La sensación de estar curado durante los primeros meses es genial, esa idea de estar cuerdo, saludable y completo de nuevo. Pero si no te cuidas solo es cuestión de tiempo que todo acabe y te deje peor que antes.
Imagínate cómo me sentí después de siete (¡siete!) rupturas. Hice lo mismo una y otra vez, sin tomarme mi tiempo para conocer a esas personas como debería. Y cuando pensé que había encontrado la correcta, me dolió profundamente. Me ha llevado dos años hasta ahora recuperarme del desorden emocional que me causó la basura.
No tienes que ser salvado, en absoluto. Lo único que necesitas es tomarte tu tiempo al conocer a alguien más, preocupándote por ti en primer, segundo y tercer lugar. Esconde tu corazón en el océano y deja que luchen por él. Ve quién puede encontrarlo y traerlo a la superficie primero, causando el menor dolor posible en el proceso. Entonces puedes empezar a pensar en el amor. Sé que eso es lo que estaré esperando pero no de parte de alguien en particular, y me ha ayudado más de lo que pueden imaginar.
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To love someone is a hard thing when you feel so low there’s no visible way up. To take the chance to care about someone else and care about what they think of you. There comes a time when someone walks into our hearts when we’re in our most vulnerable, hurt state, trying to heal. But if you allow it, this thing called love can teach you a thing or two about depression. You don’t have to be saved by anyone.
Giving it all
All of my relationships have failed so far and each one hurt me more than the last one. But not because of my depression and mental health issues. It was because I didn’t let them teach me what they had to, and because I didn’t think about myself when I needed to.
We are told from when we are little, naïve children, that we have to give it all in the name of love. That our significant other, that missing soul mate, deserves the Sun, the Moon and the stars once we meet each other. And that, in the end, our love will conquer all if it’s genuine. Biggest, fattest lie ever.
That’s exactly what I did with all of my relationships. I gave my all to them. I opened my heart completely, thinking that this time was the right time. This person will save me, those who came before were all villains that deserved to be in hell. That our love would be the end of the story and we’d live happily ever after. That was the mistake.
You don’t have to be saved
Being in love is not about giving your whole self to the other, forgetting about yourself. Much less if you suffer from depression. The sensation of being healed during the first months is great, that idea of being sane, healthy and whole again. But if you don’t take care of yourself it’s just a matter of time before it all ends, leaving you worse than before.
Imagine how I felt after seven (seven!) break-ups. I did the same thing over and over again, not taking my time to know those people the way I should. And when I thought I had found the right one, I was wounded deeply. It has taken me two years so far to recover from the emotional disorder that garbage caused me.
You don’t have to be saved, at all. The only thing you need is to take your time when meeting someone else, caring about you in the first, second and third place. Hide your heart in the ocean and let them fight for it. See who can find it and bring it to the surface first, causing the least possible pain in the process. Then you can start thinking about love. I know that’s what I’ll be waiting for but from no one in particular, and it has helped me more than you can imagine.
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