¿Se describirían como monstruos? Es una palabra que adopté como propia hace mucho. Quería compartir esta serie de reflexiones desde hace tiempo, y estoy feliz de finalmente hacerlo. Los monstruos son criaturas fascinantes, por decir lo menos. Que alguien me compare con ellos, me vea igual, es en realidad un halago. Hoy les cuento cómo me convertí en el monstruo de Frankenstein.
Would you describe yourselves as monsters? It's a word that I adopted as my own long ago. I've wanted to share this series of reflections for a long time, and I'm happy to finally do it. Monsters are fascinating creatures, to say the least. For someone to compare me to them, to see me the same, is really a compliment. Today I tell you how I became Frankenstein's monster.
Publicado originalmente en I am 1 in 4. Ligeramente editado.
Originally published in I am 1 in 4. Slightly edited.
Ha pasado un tiempo desde que me di cuenta de que, si bien las personas tienden a pensar que tienen derecho a criticarte, debes escuchar a algunas de esas críticas. Pregúntate si algunos de sus comentarios tienen un buen propósito y si no tienen intención de dañar. ¿Puede haber un resultado positivo?
Eso sí, al final, el más duro y crudo de los críticos serás tú mismo. Pero dibuja una línea clara entre tú y cualquier problema de salud mental con el que estés lidiando. Entonces queda claro que el cambio es más útil de lo que tratamos de convencernos a nosotros mismos. Además, ten en cuenta que el cambio es inevitable.
Me desgarré a mí mismo
Mi juventud ha estado plagada de demonios, problemas, negatividad, intimidación, abuso y pesadillas. Ser quien soy, para mantenerme fiel a quien quería y sigo queriendo ser, me dio más problemas de los que podría enumerar. A pesar del dolor, ha valido la pena la mayor parte del tiempo. También hubo muchas cosas que podría haber evitado si me hubiera detenido y mirado antes de actuar.
Me obligué a desgarrarme a mí mismo, a quemar y destruir las partes negativas y mantener lo más saludables posible las buenas. Los que necesitaba guardar conmigo mismo. Un ejemplo rápido es que solía guardarme mis pensamientos. Todo lo que quería hacer, decir o intentar estaba guardado en el más secreto de los lugares dentro de mi mente. Ese no es el caso en lo absoluto estos días.
Cuando descubras que hay partes de ti que no ayudan, no sanan y no aportan nada positivo, córtalas y tíralas al fuego. Luego míralas arder mientras sonríes y tomas una bebida agradable y dulce, chocolate si es posible. Y busca el mejor reemplazo, uno que haga todo lo que tú quieres, tal vez incluso más.
Un monstruo feliz
Ahora, todos sabemos que la gente seguirá hablando. Pero como dijo Oscar Wilde, “Solo hay una cosa en la vida peor que el que hablen de uno, y es que no hablen en lo absoluto”. No podría estar mas de acuerdo. Pueden decir que estoy tratando de hacer de esto parte de mi filosofía de vida, sin importarme si la gente me mira como si fuera un monstruo.
De hecho, si soy un monstruo a los ojos de los que me miran, de los que se creen con derecho a juzgar y alzan la voz cuando hago lo que me hace feliz, puedo decir que soy un monstruo feliz.
Soy más que la suma de mis partes, más de lo que soy y de lo que la gente cree que debería ser. Soy un Frankenstein increíble, y no me gustaría que fuera de otra manera.
Tal como lo hice antes, lo estoy haciendo ahora, desgarrando mis partes, destruyendo todo lo que no hace ningún bien a mis planes. Y a pesar de ser un proceso doloroso, recibo las lágrimas con una sonrisa. Significan que estoy más cerca de mi ser ideal y me estoy alejando de lo que debería ser. Como digo, nunca habrá suficientes monstruos felices en el mundo.
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| "I'm a happy monster". Trailers From Hell |
It has been a time since I realized that while people tend to think that they have the right to criticize you, you do have to listen to some of those critics. Ask yourself if some of their comments have a good purpose and have no harm intended in them. Could there be a positive outcome?
Of course, in the end, the hardest and crudest of critics will be yourself. But draw a clear line between you and whichever mental health issue you’re dealing with. Then it becomes clear that change is more useful than we try to convince ourselves. Also, keep in mind that change is inevitable.
I ripped myself apart
My youth has been plagued with demons, problems, negativity, bullying, abuse and nightmares. Being who I am, to keep myself being loyal to who I wanted and still want to be, gave me more issues that I could ever list. Despite the pain, it has been worth it most of the time. There were also many things I could have avoided if I had stopped and looked before acting.
I forced myself to rip my own self apart, to burn and destroy the negative parts and keep as healthy as possible the good ones. Those which I needed to keep with myself. A quick example is that I used to keep my thoughts to myself. Everything that I wanted to do, say or try was kept in the most secret of places inside my mind. That’s not the case at all these days.
When you discover there are parts of you that do not help, do not heal and do not bring anything positive, cut them out and throw them in the fire. Then watch them burn while you smile and have a nice, sweet drink, chocolate if possible. And search for the best replacement, one that makes everything you want it to, maybe even more.
A happy monster
Now, we all know that people will keep on talking. But as Oscar Wilde said, “There is only one thing in life worse than being talked about, and that is not being talked about.” I couldn’t agree more. You can say I’m trying to make this part of my life philosophy, not minding if people look at me as if I were a monster.
In fact, if I’m a monster in the eyes of those who look at me, those that think they have the right to judge and raise their voices when I do what makes me happy, I can say I’m a happy monster.
I’m more than the sum of my parts, more than who I am and what people think I should be. I’m an amazing Frankenstein, and I wouldn’t want it to be otherwise.
Just as I did before, I’m doing now, ripping my parts, destroying everything that doesn’t do any good to my plans. And despite it being a painful process, I greet the tears with a smile. They mean I’m nearer to my ideal self and getting far away from what I should be. As I say, there will never be enough happy monsters in the world.
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