Hace años tenía la tradición de que en enero sacaba un poemario nuevo. No importaba la temática, la idea, el mensaje, ni nada. Quería escribir tanto como pudiera y disfrutarlo. En algún momento, luego de escribir Cucumerario Formido, algo cambió al respecto, y dejé de hacerlo. Van 3 años desde que salió ese libro, y extraño esa tradición, así que decidí recuperarla.
Hablando con las chicas de Mangata, me dieron varias ideas, sugerencias, recomendaciones, me explicaron cómo se maneja mejor la poesía, porque si bien me siento muy cómodo escribiendo ficción, siempre tuve una relación complicada con la poesía. Siempre la vi como algo más secundario mientras que la narrativa era mi foco. Hoy me desperté con ganas de cambiar esa percepción.
Desde hace meses estoy escribiendo poemas, cada vez que siento o pienso en algo, abro mis notas y lo escribo sin pensarlo mucho. Han pasado tantas cosas, he pensado en cualquier cantidad de escenarios, y a veces me pierdo en mi mente. He estado escribiendo sobre eso, sobre las noches en vela, los pensamientos fugaces, mis miedos, mis dudas, mis sueños, ya no como un niño sino como un adulto.
Cuando leí Implosión quedé impresionado. Lo odié lo suficiente como para retirarlo de todos lados. Sin embargo, cuando leí Cucumerario Formido me sentí tan orgulloso que me olvidé de ese primer poemario. Lo curioso es que me desasocié por completo al punto de sentir que estaba leyendo a alguien más y no mis propias palabras.
Tan pronto como terminé de leerlo sentí ganas de volver. Me encantó lo que vi, la que sentí, la experiencia completa, y puedo decir que lo volvería a leer. No lo siento mío por más que mi nombre esté en la portada, pero sí siento y quiero hacer algo que provoque la misma experiencia.
Volví a escribir poesía poco después, cada vez con más ganas, cada vez más seguro de cómo debería sonar. Volví a pensar en los poemarios que dejé a medias, esas ideas inconclusas, sin explorar, y textos sin terminar. Todos volvieron a mi mente de repente. Y quiero tenerlos en mis manos también.
Me he dado cuenta de que hago un mejor trabajo cuando no digo nada al respecto, pero sí quiero decir que tomé la desición de volver a escribir con más ganas, más ilusión, más ideas, y la misma pasión que sentía antes. Este ha sido un año de muchos retos, nuevos comienzos, pero también de recuperar parte de lo que soy. La poesía fue una parte importante de mi desarrollo, y voy a recuperarla.
¡Un saludo y un abrazo!
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Years ago I had the tradition that in January I would take out a new collection of poems. It didn't matter the theme, the idea, the message, or anything. I wanted to write as much as I could and enjoy it. At some point, after writing Cucumerario Formido, something changed about it, and I stopped doing it. It's been 3 years since that book came out, and I miss that tradition, so I decided to bring it back.
Talking with the girls from Mangata, they gave me several ideas, suggestions, recommendations, they explained to me how poetry is best handled, because although I feel very comfortable writing fiction, I always had a complicated relationship with poetry. I always saw it as something more secondary while narrative was my focus. Today I woke up wanting to change that perception.
For months I have been writing poems, every time I feel or think about something, I open my notes and write it without thinking much. So many things have happened, I've thought of any number of scenarios, and sometimes I get lost in my mind. I have been writing about that, about the sleepless nights, the fleeting thoughts, my fears, my doubts, my dreams, not as a child anymore but as an adult.
When I read Implosión I was blown away. I hated it enough to remove it from everywhere. However, when I read Cucumerario Formido I felt so proud that I forgot about that first collection of poems. The funny thing is that I completely disassociated myself to the point of feeling like I was reading someone else and not my own words.
As soon as I finished reading it I felt like going back. I loved what I saw, what I felt, the whole experience, and I can say that I would read it again. I don't feel it like mine even though my name's on the cover, but I do feel and want to do something that provokes the same experience.
I went back to writing poetry soon after, more and more eager, more and more sure of how it should sound. I thought again about the poems that I left halfway through, those unfinished ideas, unexplored, and unfinished texts. They all came back to my mind suddenly. And I want to have them in my hands too.
I've realized that I do a better job when I don't say anything about it, but I do want to say that I made the decision to write again with more desire, more enthusiasm, more ideas, and the same passion I felt before. This has been a year of many challenges, new beginnings, but also of recovering part of who I am. Poetry was an important part of my development, and I'm going to bring it back.
Greetings and hugs!
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