Escribir siempre ha sido una catarsis para mí. Ha sido la forma en que le doy sentido al mundo que me rodea y lo que que he vivido. Sin embargo, hay veces en que no es tan sencillo. El tiempo, el trabajo, las responsabilidades... Pero de todos los obstáculos que pueden haber, escribir sobre algo ajeno es lo más difícil para mí.
Escribir Reflejos fue sencillo, La Hija de Bóreas también, Alterno Nerva fue una de las más fáciles de crear, Cucumerario Formido fue hasta divertido a veces. Sin embargo, libros como Perfecta Maldición, que trata el tema del abuso sexual, Tinta Nocturna, o mi primera novela, Fuego en las Manos, que son romances sencillos, me costaron más.
Han habido personajes con los que también he tenido problemas y tengo que hacer algo similar a la actuación del método. Tengo que sumergirme por completo en la historia, en el personaje, desenterrar recuerdos de todo tipo, y tratar de sentirme igual que alguien en esas situaciones. No voy ta lejos como algunos actores, que se ponen en situaciones similares a las de los personajes, pero en al momento de escribir me olvido por completo del mundo real, hasta que la línea entre ficción y realidad desaparece lo suficiente.
Esta es una de las razones por las que no he escrito sobre algunos temas. Depresión, bullying, autismo, autolesiones, suicidio... todos esos temas los conozco, los he vivido, los he sentido, pero hay otros que o son demasiado difíciles de retratar o que no he experimentado. No me siento cómodo escribiendo sobre ellos porque no siento que sea lo suficientemente honesto.
Como escritor intento que mis historias dejen algo, que ayuden más allá de solo entretener. Está muy bien que sean mi catarsis, que sean mi terapia, pero si puedo hacer lo mismo por otra persona entonces me siento mucho mejor. Por eso no escribo de algo hasta que no siento que lo he vivido y puedo representar ese tipo de situaciones.
Hace tiempo me dijeron algo muy cierto: "tú experimentas la vida a través de tus libros". Sí. 100% cierto. Hay cosas que no he vivido, que no he sentido, pero que las siento tan propias, y las puedo imaginar con la claridad suficiente como para estar allí, mental y emocionalmente, mientras escribo. Sin embargo, con el tiempo se vuelve más fácil.
Recientemente, mientras escribía Medicus, mi mente entró por completo en el mundo apocalíptico de la novela, y pude salir sin problemas una vez que terminé ciertas escenas. Antes me afecta mucho, necesitaba tomarme un momento para respirar tranquilo, pero esta vez pude volver al mundo real tan pronto como puse el último punto.
No sé si sea la mejor forma de escribir, no sé si lo haga más honesto, pero espero que al menos logre transmitir algo a los que me lean. Sé que no todas las historias serán perfectas, que siempre habrá algo para mejorar, pero siento que así puedo ser más honesto que de cualquier otra forma.
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| "Hace tiempo me dijeron algo muy cierto: 'tú experimentas la vida a través de tus libros'. Sí. 100% cierto". "Some time ago they told me something very true: 'you experience life through your books'. Yes. 100% true." Pixabay. |
Writing has always been a catharsis for me. It's been the way I make sense of the world around me and what I've experienced. However, there are times when it's not so simple. Time, work, responsibilities... But of all the obstacles there may be, writing about someone else's is the most difficult for me.
Writing Reflejos was easy, La Hija de Bóreas too, Alterno Nerva was one of the easiest to create, Cucumerario Formido was even fun at times. However, books like Perfecta Maldición, which deals with sexual abuse, Tinta Nocturna, or my first novel, Fuego en las Manos, which are simple romances, cost me more.
There have been characters that I've also had problems with and I have to do something similar to method acting. I have to completely immerse myself in the story, in the character, unearth memories of all kinds, and try to feel like someone in those situations. I don't go as far as some actors, who put themselves in situations similar to those of the characters, but at the time of writing I completely forget about the real world, until the line between fiction and reality disappears enough.
This is one of the reasons why I have not written about some topics. Depression, bullying, autism, self-harm, suicide... I know all these issues, I have experienced them, I have felt them, but there are others that are either too difficult to portray or that I have not experienced. I don't feel comfortable writing about them because I don't feel like I'm being honest enough.
As a writer I try to make my stories leave something behind, to help beyond just entertaining. It is very good that they are my catharsis, that they are my therapy, but if I can do the same for another person then I feel much better. That's why I don't write about something until I feel like I've lived it and can represent that kind of situation.
Some time ago I was told something very true: "you experience life through your books". Yes. 100% true. There are things that I haven't lived, that I haven't felt, but that I feel so much my own, and I can imagine them clearly enough to be there, mentally and emotionally, while I write. However, over time it gets easier.
Recently, while writing Medicus, my mind went completely into the apocalyptic world of the novel, and I was able to get out of it without a problem once I finished certain scenes. It affected me a lot before, I needed to take a moment to breathe easy, but this time I was able to return to the real world as soon as I put the last dot.
I don't know if it's the best way to write, I don't know if it makes it more honest, but I hope that at least I can convey something to those who read me. I know that not all stories will be perfect, that there will always be something to improve, but I feel that this way I can be more honest than in any other way.
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